jueves, 10 de junio de 2010

Prefiero haber olido una vez su cabello, un beso de sus labios, una caricia de su mano, que toda una eternidad sin el.
Dios te dice que mires pero no toques...que toques, pero no pruebes…que pruebes pero no disfrutes...y mientras, se está muriendo de risa. Toda una vida puede cambiar en un segundo y jamás se presiente cuando llega. Es la vida, y no la muerte, la que no tiene límites Sin vos las emociones de hoy sólo serían las envolturas muertas de las del ayer

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